Tengo la doble impresión de ver cómo el tiempo va pasando muy lentamente, y a la vez, más rápidamente de lo que quisiera. ¿Cómo aliarme con él? ¿Se puede?
Intentamos estructurar, planificar las cosas para seguir una pauta, pero siempre nos salimos de plazo. ¿Qué hay que hacer para que no ocurra? ¿Organizarse con un amplio margen? Pero entonces no da tiempo a realizar todas las cosas.
¿Es más importante hacer poco y bien o mucho y medianamente bien (que no mal)? Pero si es necesario abarcarlo todo, contar con todas las pautas, ¿qué hacer?
Por otro lado, cuando queremos que el calendario avance sin darnos cuenta, parece que siempre estamos en el mismo día marcado en rojo. Por mucho que hagamos para no tener presente la fecha, no se nos aliará nada para que eso no ocurra.
Sí, lo mejor es no pensar en por qué queremos que pase rápidamente o que pase lentamente, pero a ver, por ejemplo, los que estáis de vacaciones ahora ¿no estáis pensando en cómo arrañar hasta el último segundo? O al revés, los que estáis trabajando, ¿no se os pasa por la cabeza cuántos días os faltan hasta el próximo día libre?
No creo que sea conveniente, ni provechoso, ni saludable vivir pendiente del tiempo, pero en algunas circunstancias es el protagonista de tus días.
¿Habéis tenido la impresión alguna vez de que el tiempo se os pasa despacio y rápido a la vez?
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